viernes, 5 de noviembre de 2010

El prólogo de poemario Café Sin Bibliografía

A continuación traigo el prólogo que escribí para la colección de poemas que publicó recientemente una amiga querida.

Anotaciones a manera de presentación

Erotismo es mucho más que coito, o la visita de Adán al Paraíso, en las palabras sonoras de Cristina Díaz Díaz. Que, aun cuando se trata de uno de sus aspectos más sobresalientes y para nada despreciables, de todas maneras el erotismo es más amplio como decía al principio. Abarca la lujuria por vivir la vida con lo inevitable y lo doloroso que implica, con lo bello y lo sublime que la acompaña, con la pérdida del momento fugaz de la ilusión unas veces satisfecha y otras frustrada, que hasta puede acompañarse de lucha moral innecesaria y, por supuesto, de todo el remordimiento del mundo.

Y “Café Sin Bibliografía” rebosa erotismo. Retrata la condición humana imperfecta, fugaz, inevitable, invaluable. Con historia de amor delicioso y atormentado por un hombre díscolo, y algo insensible, en todo caso, creativo, interesante, divertido, en suma, de atractivo endemoniado, así sea una dicha inalcanzable que solo realizaron a través de la magia del poder de la palabra, ora hablada, ora escrita. De cómo nace el milagro del enamoramiento ajeno a la voluntad y al control, de cómo crece como la hiedra sobre el viejo muro de ladrillo rojo de una casa paramuna y luego, de cómo se degrada al principio imperceptiblemente, después vertiginosamente, dejando tristeza y lecciones invaluables, incluso sabiduría en algunas oportunidades. También este poemario es un tejido de emociones construido sobre una trama de conversaciones inconclusas que se rehusaron a quedar silenciosas, que quisieron nacer en un mundo donde lo imposible es posible gracias al inquietante estilo urbano y cotidiano del siglo XXI que esta poetisa quiso darles, después de todo, es una ventana al corazón de una mujer y madre y pintora, que por supuesto incluye preguntas fundamentales, como: ¿dónde encontrará la inspiración un árbol?

Esta colección de versos apasionados es un regalo que nos hace esta jurista y docente, quien sabe de sobra que las estrofas guardadas entre el cajón de un escritorio, o el disco duro de un computador, no existen así estén terminadas, pues están huérfanas de lector. Y tenía razón, estos cantos cariñosos a la patria, a su ciudad, sus amigos, el folclor, la paz, la justicia y, por supuesto, al café, encuentran libertad al escucharse. Estos 100 poemas reflexionan sobre la distancia inefable entre quienes son más próximos, narran la extrañeza del observador del universo sorprendente por ser más rico que la fantasía. Su secreto creo que está en la capacidad de maravillarse con todo, de conmoverse con la estética de lo habitual, de la comida, del juego de un niño, hasta de las formas artísticas más eruditas y abstractas, sin perder el tiempo en nostalgias casi olvidadas. Vivir es como respirar, una sucesión de presentes encadenados por el hábito de confiar en la continuidad existencial.

Esta conmovedora colección está ornada con paradojas mundanas concupiscentes y doloridas; solitarias, violentas, voluptuosas y opulentas; descaradas y tiernas, románticas y furiosas; útiles y fértiles con encuentros ávidos y despedidas terribles, que construyen imágenes mentales sorprendentes, inexplicables, llenas de lo que nos permite ser sin suicidarnos. Aquello que nos deja seguir adelante cicatrizando heridas pasadas, pues son composiciones con sufrimiento y reparación que dejan mil caminos abiertos por recorrer, mil inquietudes por resolver: ¿cómo es posible que el amor empiece tan apasionado y termine tan indiferente?, por ejemplo.

En todo caso, estas letras tratan sobre erotismo, por eso son hermosas. Y me atrevo a pensar que el sujeto afortunadísimo a quien se las dedicó, sí la amaba, ¿cómo no? Puede que no la mereciera ni la entendiera, pero la adoraba, es más, creo que aún la venera. ¿Usted qué opina?

Santiago Barros Vásquez

Bogotá, marzo 7 de 2010

La marihuana

El mundo mantiene su curso normal: triunfaron los conservadores en las elecciones en Estados Unidos y la marihuana sigue ilegal en California.

http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=35&IdEnt=2764